
Otras publicaciones

La Ley 018 del Órgano Electoral Plurinacional señala como obligación del Tribunal Supremo Electoral (TSE): “Garantizar el ejercicio de los derechos políticos, individuales y colectivos, en el marco de la Constitución Política del Estado […]” (artículo 23, numeral 2). En esa línea, el Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde), dependiente del TSE, cumple funciones de observación, acompañamiento y supervisión de las asambleas, cabildos, tantachawis y ñemboatiguasu, entre otras instancias de decisión colectiva, donde mujeres y hombres deliberan sobre el ejercicio de sus derechos colectivos y la toma de decisiones sobre el aprovechamiento de los recursos naturales existentes en sus territorios, según las normas, saberes y procedimientos propios de cada pueblo.

El presente Informe contiene el análisis de la implementación del nuevo horizonte de edificación del sistema democrático en Bolivia, establecido en la Constitución Política del Estado (CPE), vigente desde febrero de 2009. La CPE incorpora tres formas de democracia como parte del sistema de gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia: democracia directa y participativa, democracia representativa y democracia comunitaria, y establece al Órgano Electoral Plurinacional (OEP) como un poder público del Estado, con igual jerarquía que los órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Esta publicación del SIFDE ensaya un análisis teórico, histórico y político del desarrollo de la democracia intercultural en Bolivia. Toma en cuenta principalmente elementos históricos clave para conocer las
formas de organización que desarrollaron los pueblos y naciones indígena originario campesinos en Bolivia en el transcurso del tiempo, así como sus formas de ocupación territorial, organización cultural y procesos de defensa de sus formas de vida, normas y procedimientos propios.
Esta publicación del SIFDE le sigue la pista al desarrollo y los fundamentos del nacionalismo boliviano en tiempos del Estado Plurinacional. El primer capítulo analiza los orígenes étnicos y los mitos históricos que forman la base del nacionalismo boliviano, la lucha entre culturas por el poder y el marco histórico de las búsquedas por el desarrollo en el país. El segundo capítulo analiza las memorias revolucionarias, el rol del proletariado minero, del campesinado, de los pueblos indígenas y de los sujetos sociales en los mundos urbano-populares. El tercer capítulo analiza la construcción de la nación y el Estado, la construcción de hegemonía, la crisis como fenómeno unificador y los proyectos en disputa históricamente. Finalmente, en el cuarto capítulo se analiza la formación del Estado Plurinacional y el proceso constituyente.
¿De qué hablamos cuando nos referimos a la democracia? Existe una cierta desvalorización del término, y es que el mismo goza de una popularidad extendida no sólo en nuestro país, sino a escala mundial, lo que lleva a que el término se vuelva impreciso y muchas veces sustancialmente hueco. Por ello, inicialmente hemos tratado de presentarlo en su denominativo plural:
democracias, con lo cual no pretendemos darle una sustancia o contenido definitivo, sino que apostamos por una cualidad transformadora y en potencia viva de lo que podemos denominar democracia.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE), a través del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (SIFDE), emprendió el reto constitucional de crear las condiciones para hacer posible la democracia intercultural. Los constituyentes, a momento de deliberar acerca de la existencia de las tres maneras de hacer democracia, plantearon como tarea histórica la construcción de nuestra propia identidad con las democracias que ancestralmente existieron en Bolivia.